La Navidad siempre trae consigo la emoción de compartir y sorprender. Para la familia García, esta Navidad no fue diferente. Lo que comenzó como un regalo de curiosidad se convirtió en algo más: una actividad que no solo llenó de alegría sus días, sino que también creó un nuevo hobbie familiar que los ha unido más que nunca.

El inicio de una tradición familiar
Todo comenzó el año pasado, cuando Pablo y Mariana, una pareja de treintañeros con dos hijos, buscaban algo especial para sus pequeños. Con la intención de fomentar el tiempo en familia y darle un giro a la rutina diaria, decidieron comprar una consola de videojuegos en La Curacao. Pablo, recordando las tardes que pasaba jugando de niño, pensó que sería una excelente forma de acercarse a sus hijos, pero no imaginaba cuánto cambiarían sus días a partir de ese momento.
El regalo no fue solo un objeto más debajo del árbol; fue el inicio de algo nuevo. Lo que empezó como una divertida actividad ocasional, poco a poco se transformó en un hobbie que involucró a todos: desde torneos en familia, hasta la exploración de juegos que desafiaban su creatividad y coordinación. La consola que inicialmente había sido pensada para sus hijos se convirtió en el centro de innumerables momentos compartidos

Cómo un regalo crea recuerdos inolvidables
Para muchas familias, el estrés del trabajo y las responsabilidades pueden hacer que los momentos de calidad sean escasos. Pablo y Mariana, ambos profesionales, saben lo importante que es encontrar tiempo para desconectar y compartir. Esa consola de videojuegos, que compraron pensando en los niños, terminó siendo una excusa perfecta para desconectar del mundo exterior y volver a conectarse entre ellos.
Lo interesante es que no solo sus hijos encontraron diversión en los videojuegos, sino que como padres redescubrieron la emoción de explorar nuevos desafíos juntos. "Las tardes de domingo son sagradas ahora", comenta Mariana. "Nos preparamos snacks, elegimos un juego y nos reímos durante horas". Los videojuegos, que muchos ven como una actividad individualista, en este hogar se convirtieron en una manera de acercarse, competir amistosamente y, sobre todo, de construir recuerdos.

Un hobbie que evoluciona con el tiempo
Lo que empezó con un solo juego se ha expandido, incluso han comenzado a invitar a amigos y familiares a participar en sus torneos, transformando su hogar en un centro de entretenimiento durante las reuniones familiares.
En La Curacao, no solo encontraron ese primer regalo que encendió la chispa del hobbie, sino también todo lo que necesitaban para expandirlo. Desde controles adicionales, hasta muebles cómodos y sistemas de sonido, han convertido su sala en un espacio perfecto para compartir su pasión.

La magia de los regalos que trascienden
A lo largo de los años, muchas familias como la de los García han descubierto que un simple regalo puede ser mucho más que un objeto físico. Puede ser el comienzo de una tradición, una nueva pasión, o incluso una manera de reconectar con los seres queridos. Al final, lo que importa no es solo el presente en sí, sino las historias que ese regalo puede crear y cómo esas historias se convierten en parte de la vida familiar.
En esta Navidad, La Curacao no solo te invita a regalar productos de calidad, sino a regalar momentos, risas y recuerdos que se quedarán en el corazón de tus seres queridos para siempre. Porque, al final, somos parte de tus historias, y queremos acompañarte en cada paso de ese viaje.